Todos aquellos que se hicieron de la victoria hasta nuestros días marchan en el cortejo triunfal de los dominadores de hoy, que avanza por encima de aquellos que hoy yacen en el suelo.
Walter Benjamín, Tesis VII
Walter Benjamín, Tesis VII
Mi ala está pronta al vuelo.
Retornar, lo haría con gusto,
pues, aún fuera yo tiempo vivo,
mi suerte sería escasa.
Gerhard Scholem, Saludo del Angelus.
"Hay un cuadro de Klee que se titula Angelus Novus. Se ve en él un ángel, al parecer en el momento de alejarse de algo sobre lo cual clava la mirada. Tiene los ojos desorbitados, la boca abierta y las alas tendidas. El ángel de la historia debe tener ese aspecto. Su rostro está vuelto hacia el pasado. En lo que para nosotros aparece como una cadena de acontecimientos, él ve una catástrofe única, que arroja a sus pies ruina sobre ruina, amontonándolas sin cesar. El ángel quisiera detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo destruido. Pero un huracán sopla desde el paraíso y se arremolina en sus alas, y es tan fuerte que el ángel ya no puede plegarlas. Este huracán lo arrastra irresistiblemente hacia el futuro, al cual vuelve las espaldas, mientras el cúmulo de ruinas crece ante él hasta el cielo. Este huracán es lo que nosotros llamamos progreso".
Walter Benjamín, Tesis IX
Después de siete años en el exilio, Walter Benjamin atraviesa los Pirineos en un intento desesperado por escapar de los nazis. Se dispone a cruzar la frontera franco-española clandestinamente hasta llegar a Lisboa donde tomaría un barco rumbo a los Estados Unidos. Pero una inesperada alteración legal le impide la entrada a la Península ibérica. Benjamín se ve obligado a quedarse en una fonda de Port Bou, bajo la mirada vigilante de tres policías con unas estrictas órdenes que cumplir: deportarlo a Francia a la mañana siguiente. Veinticuatro horas más tarde hallan el cuerpo sin vida de Benjamin en el interior de su habitación. Según sus más allegados se trató de un suicidio. Pero el médico que lo atendió, determinó el deceso como muerte natural. La muerte de Walter Benjamin permaneció, desde entones, envuelta en un hálito de misterio que dejaron en el aire muchas interrogantes: ¿Ocultó el médico la verdadera causa de la muerte? ¿Tenían conocimiento las autoridades españolas acerca de la importancia de este "viajero extranjero" que fue enterrado según rito católico y bajo un nombre equivocado? ¿Fue realmente un suicidio o un encargo?
Su vida en cronologías

Vuelto a Berlín, llevó a cabo una
traducción de los Tableaux Parisiens de Baudelaire, y preparó el plan de
una revista (Angelus Novus) que no llegó a concretarse. Le sobreviene
una fuerte crisis económica y sentimental (comienzan las divergencias
con su esposa que, en 1930 darían lugar a la separación). En 1922
Hofmannsthal le publicó en Neue Deutsche Beiträge un ensayo sobre Las
afinidades electivas de Goethe. Y al año siguiente conoce a Theodor
Wiesengrund (Adorno) y a Siegfried Kracauer.
Entre 1923 y 1925, Benjamin trabajó en una obra más amplia: otro ensayo, esta vez referente a los orígenes del drama barroco alemán (Ursprung des deutschen Trauerspiels). Asimismo se radicaliza en filosofía marxista a través de Asja Lacis, un influyente amigo ruso. En el 26 se marcha a París. Allí realiza la traducción de Proust con Franz Hessel. Comienza a escribir para la Francforter Zéitung y la Literarische Welt. En el 27 comienza el trabajo sobre Los Pasajes en París, en donde vuelve a ver a Scholem. Tiene proyectos para ir a Palestina y vive sus primeras experiencias con
el hachís.
Entre 1923 y 1925, Benjamin trabajó en una obra más amplia: otro ensayo, esta vez referente a los orígenes del drama barroco alemán (Ursprung des deutschen Trauerspiels). Asimismo se radicaliza en filosofía marxista a través de Asja Lacis, un influyente amigo ruso. En el 26 se marcha a París. Allí realiza la traducción de Proust con Franz Hessel. Comienza a escribir para la Francforter Zéitung y la Literarische Welt. En el 27 comienza el trabajo sobre Los Pasajes en París, en donde vuelve a ver a Scholem. Tiene proyectos para ir a Palestina y vive sus primeras experiencias con

En 1929 ocurre su primer encuentro con
Bertolt Brecht. Benjamin comienza a trabajar en radiotelefonía y en unos
proyectos para la revista Crisis y Critica con el mismo Bertolt Brecht y
Bernard von Brentam. En el 30 se divorcia y en el 32 se retira a Ibiza.
Allí elabora el Berliner Chronik y en ese mismo año retorna a Niza.
Comentan que para estos tiempos ya Benjamin estaba considerando el hecho
de poner fin a sus días. Al parecer lo había mencionado por la opresión
de los estragos de la guerra y curiosamente redacta su primer
testamento. Del 33 al 37 estuvo intermitentemente entre Ibiza y París.
Trabaja para el Institut für Sozialforschung y estuvo asimismo en
Skovsbostrand, París en casa de Brecht, y en San Remo en casa de su ex
esposa. Las dificultades financieras lo mantenían agobiado. No obstante
reanuda el trabajo sobre Los Pasajes, y se dedica a uno de sus textos
más reconocidos La obra de arte en la era de su reproductibilidad
técnica. Luego se publica en Lucerna con el seudónimo de Detief HoIz la
antología de cartas titulada Alemanes. Posteriormente, entre el 37 y el
38 trabaja en el una obra que finaliza en la casa de Bertolt Brecht, en
Dinamarca: el París del segundo imperio en Baudelaire. Y antes de que
estallara la Segunda Guerra, en 1939, escribe el texto Sobre algunos
temas baudelairíanos. Con la furia de la guerra es internado en el
campamento del Clos-Saint-Joseph de Nevers y puesto en libertad en
noviembre de ese año. Es entonces cuando en 1940 regresa a París y
escribe las Tesis sobre concepto de historia. En junio, huye a Lourdes
con su hermana. Por intermedio de Max Horkheimer obtiene en agosto un
visado para los Estados Unidos pero el intento de pasar los Pirineos fue
en vano. El 26 de septiembre Walter Benjamin pone fin a sus días en
Port Bou cometiendo un suicidio (al ingerir gran cantidad de morfina) al
que fue conducido por el acoso nacionalsocialista, ocurrido en una
escuálida habitación de hotel de la estación fronteriza de Port Bou,
entre España y Francia.
Su Obra y Pensamiento
Walter Benjamin fue un hombre que desarrolló polémicos conceptos sobre historia y política, en una época dónde diversas corrientes de pensamiento e ideologías confluían en un mismo espacio, bajo el dogma de la religión tradicional. Durante la Alemania del siglo XX, surgieron diversas posiciones críticas y nutridas deliberaciones con respecto a cómo debía ser la correcta vida social europea; cómo debía abordarse e interpretarse y, a su vez, cómo podría transformarse en un espacio más universal, más justo, más humano, lejos de la uniformidad impuesta por el consumismo moderno.
Así nace el idealismo alemán, la teoría
política marxista, y la Escuela de Frankfurt, por ejemplo, alrededor de
la cual se agruparon pensadores de distintas profesiones -o
disciplinas-, que compartían criterios y debatían ideas y opiniones de
los que emergieron las muy controversiales Teoría Crítica, Dialéctica del Iluminismo, Teoría Crítica de la Sociedad y Crítica de la Razón Instrumental
entre muchos otros escritos. El sueño de esa "cultura europea" en el
que vivió Walter Benjamín, era un sueño que comenzó a adquirir forma a
finales del siglo XVIII, el Siglo de la Luces, y que se fue
desvaneciendo gradualmente con la iniciación de la cacería judaica en
Alemania en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, en el siglo XX.
Durante
los turbulentos tiempos de guerra Benjamín ordena sus primeras
reflexiones. Entre finales de 1939 y comienzos de 1940, empieza el
trabajo de recopilación a partir de notas desordenadas escritas en un
cuaderno, papeles de muy distintos formatos e inclusive en bordes de
periódicos y servilletas de bar. Era un hombre solitario, no obstante
mantuvo contacto con intelectuales de la época. Sus relaciones más
frecuentes, aparte de la casi fraternal con Gerschom Scholem, fueron con
comunistas como Asja Lacis o Bertolt Brecht. Particularmente con Brecht
(poeta y dramaturgo de primer orden, hombre político, comunista
militante, que pretendía estar más allá del totalitarismo estalinista y
que planteaba, una y otra vez, la necesidad de imaginar un socialismo y
un marxismo diferentes), entabla un diálogo recurrente y productivo. Un
diálogo tenso a veces dados los malentendidos provenientes de la
incompatibilidad de sus personalidades, pero sustentado siempre en una
simpatía espontánea. Hasta cierto punto, en su trabajo de las Tesis
sobre la historia, están contenidas las cartas que Walter Benjamin
escribió a Bertolt Brecht durante años, y que recién ahora había podido
formular apropiadamente
Lo que Benjamin propone en estas reflexiones es, según sus palabras, introducir una radical implementación mesiánica al utopismo propio del socialismo revolucionario: sacar de su escondite al "enano teológico" que es el secreto de la eficiencia discursiva del materialismo histórico. Hace un intento por radicalizar al materialismo crítico no mecanicista de Marx. Esta radicalización filosófica se hace necesaria debido al contexto histórico durante el cual Walter Benjamin lo escribe: por un lado estaba el nacionalsocialismo en Alemania y el fascismo en gran parte de Europa, que coinciden con el fracaso de la izquierda en estos países y con la delirante masacre sefardita. La radicalización del materialismo histórico es posible (en el sentido de llegar más cerca de las raíces de las relaciones y las contradicciones existentes), con la ayuda que Benjamín toma prestada de ciertos aspectos de la teología.
Las reflexiones de Walter Benjamin a las que su primer editor, Theodor W. Adorno llamó, Sobre el concepto de historia, conocidas después como Tesis sobre la historia, fueron publicadas por primera vez en Los Ángeles, Estados Unidos, en 1942; justo dos años después de la muerte de su autor.

Lo que Benjamin propone en estas reflexiones es, según sus palabras, introducir una radical implementación mesiánica al utopismo propio del socialismo revolucionario: sacar de su escondite al "enano teológico" que es el secreto de la eficiencia discursiva del materialismo histórico. Hace un intento por radicalizar al materialismo crítico no mecanicista de Marx. Esta radicalización filosófica se hace necesaria debido al contexto histórico durante el cual Walter Benjamin lo escribe: por un lado estaba el nacionalsocialismo en Alemania y el fascismo en gran parte de Europa, que coinciden con el fracaso de la izquierda en estos países y con la delirante masacre sefardita. La radicalización del materialismo histórico es posible (en el sentido de llegar más cerca de las raíces de las relaciones y las contradicciones existentes), con la ayuda que Benjamín toma prestada de ciertos aspectos de la teología.
Las reflexiones de Walter Benjamin a las que su primer editor, Theodor W. Adorno llamó, Sobre el concepto de historia, conocidas después como Tesis sobre la historia, fueron publicadas por primera vez en Los Ángeles, Estados Unidos, en 1942; justo dos años después de la muerte de su autor.
Sobre el concepto de historia, esboza
una crítica de los fundamentos teóricos del discurso socialista,
teniendo en cuenta como elemento de referencia la versión "oficial" del
mismo, la que desde finales del siglo XIX se conoció como "teoría o
marxismo de la social-democracia" y que, pasado el tiempo y sin
alteraciones verdaderamente sustanciales, pasó a convertirse en "la
teoría o el marxismo del socialismo "realmente existente": es decir, el
que se practicaba sin un análisis profundo de su contenido y sin un
intento de adaptarlo a las nuevas experiencias temporales.
La mayor parte de sus escritos son ensayos breves, evaluaciones de un entorno que se disuelve en el momento mismo de ser observado, porque concebía el tiempo de la historia no como un continuum, sino como instantes. Por ello expone en el Tema XIV lo siguiente: "La historia es objeto de una construcción cuyo lugar no es el tiempo homogéneo y vacío, sino el que está lleno de "tiempo del ahora". Así, para Robespierre, la antigua Roma era un pasado cargado de "tiempo del ahora", que él hacía saltar del continuum de la historia".
La mayor parte de sus escritos son ensayos breves, evaluaciones de un entorno que se disuelve en el momento mismo de ser observado, porque concebía el tiempo de la historia no como un continuum, sino como instantes. Por ello expone en el Tema XIV lo siguiente: "La historia es objeto de una construcción cuyo lugar no es el tiempo homogéneo y vacío, sino el que está lleno de "tiempo del ahora". Así, para Robespierre, la antigua Roma era un pasado cargado de "tiempo del ahora", que él hacía saltar del continuum de la historia".
Su obra consiste pues, en un conjunto de
artículos sobre temas aparentemente diversos, pero que en su núcleo, en
su esencia, están íntimamente relacionados. Walter Benjamin proporciona
elementos que sirven para "construir" una filosofía alternativa de la
historia. Se acerca progresivamente, aunque a partir de sus particulares
posiciones y sin renegar de su "mesianismo", a las concepciones
marxistas de la historia. Aparte de aportar críticas analíticas acerca
del frenesí consumista; de la vorágine del mundo moderno; y de intentar
resucitar lo sencillo y lo no contaminado; denuncia también la ideología
que interpreta la historia como progreso continuo, sostenida por una
socialdemocracia conformista que aliena la lucha actual de los oprimidos
a una metafísica del progreso fundada en el trabajo, el consumismo y la
tecnología. Es estrictamente materialista porque se basa en el
conocimiento de que, el tiempo como algo lineal, ininterrumpido y con
dirección definida, es una construcción ideológica que no se basa en
ningún sustento material. Benjamin no abandonará nunca la convicción de
que lo que está contenido como cifra en la espera de la llegada del
Mesías es el indestructible deseo de libertad de los oprimidos (la
redención).
En sus ideas aparece una fuerte inclinación por recurrir a las imágenes como herramienta de expresión para explicar el concepto místico de la historia, cuyo problema puede ser representado en una descripción visual. Así, concurren en "constelación", como el mismo señala, los conceptos-imágenes que pueblan sus Tesis: el Angelus Novus, la locomotora de la historia, los pasajeros en el vagón, el Mesías, la pequeña puerta, el relámpago, la tempestad, el tiempo-ahora, el remolino, la nómada, el oprimido y su redención... Casi siempre, las abundantes imágenes de Benjamin anuncian u ocupan el lugar de un concepto, ya sea en sus escritos sobre la historia como en cualquier otro dominio. Son imágenes-conceptos evocadores, llenos de significantes y, algunas veces abstractos, que se muestran a menudo para lecturas alternativas y complejas.

Sin embargo, la Tesis que logra alcanzar una perfección literaria y conceptual esta contenida en la número IX de las dieciocho Tesis que lo conforman. Es el capítulo más conocido del texto tardío de Walter Benjamin -escrito sólo unos meses antes del suicidio-, llamado Sobre el concepto de historia o Tesis sobre la historia. Esta Tesis realiza la descripción de una imagen alegórica que Benjamin dice recordar mientras escribe. La imagen del Ángelus Novus, pintada por Paul Klee, a la que Benjamin propone rebautizar como "el Ángel de la historia". La obra de Klee de 1920, fue adquirida en 1921 por el autor y lo conservó durante toda su vida. La visión de este cuadro, junto a las incesantes reflexiones de Benjamin sobre el significado de la historia, se prolongan por lo menos 20 años y origina una de esas "iluminaciones" que atraviesan su obra como "relámpagos esféricos" y se extienden en verdaderas redes de imágenes y conceptos interrelacionados a los que el autor llama "constelaciones". De esta Tesis deriva uno de los más polémicos significados contemporáneos: el progreso, que claramente expresaba la ideología dominante del capitalismo y la ciencia moderna. Ese "huracán" al que Benjamin llama "progreso", es justamente lo que critica y desolla en cada uno de sus pensamientos, pues, aunque la idea de progreso es un concepto que se creía indicaba la posibilidad de una mejora en la condición humana, él opinaba definitivamente lo inverso: que era totalmente destructor y aniquilante. Existieron precursores que manifestaron su oposición a esta idea, pero no fue sino hasta después de la Primera Guerra Mundial que empezó el verdadero cuestionamiento de la idea de progreso, incluyendo el cambio de paradigma científico, las vanguardias en el arte, y el replanteamiento total del orden económico, social y político que suponen la Revolución Soviética, la Crisis de 1929 y el Fascismo. En el caso del materialismo histórico, la aportación central es que la historia indica un progreso, no de forma lineal-continua sino fragmentada-acumulativa, siendo la causa de ese progreso la lucha por la posesión y el control de los medios de producción, y sus consecuencias ya todos las conocemos. Las escuelas de pensamiento influenciadas por Hegel y Marx ven la historia como progresiva, aunque ven el progreso como la manifestación de una dialéctica, en la que factores que operan en direcciones opuestas se sintetizan a través del tiempo. De esta forma, la historia puede verse mejor como dirigida por un Zeitgeist, cuyas huellas pueden verse al mirar al pasado. El materialismo dialéctico marxista intenta la elucidación científica del progreso, según el cual el progreso como desarrollo ascendente, sólo será posible en una futura sociedad comunista.
El texto sobre El ángel de la historia presenta, bajo la metáfora benjaminiana, una sugerente idea orientada hacia el rescate del hombre, el ser humano y sus posibilidades de romper con los parámetros que han sometido y bloqueado la posibilidad de accionar todas sus potencialidades. Así mismo esta tesis se encuentra directamente relacionada con la primera, en la cual menciona la importancia que tiene la teología para el materialismo histórico, al que Benjamin propone aportar elementos novedosos en un momento de profunda crisis existencial. El autor no propone abandonar el materialismo histórico para entrar de lleno en la teología, tampoco sugiere una mezcla entre ambas doctrinas como si fueran dos componentes de una misma categoría. Presenta más bien la importancia de poner la teología al servicio del materialismo histórico para que éste gane fuerzas y esté en condiciones de luchar ante cualquier enemigo. Para ello recupera los aportes de la psicología cognitiva, el simbolismo, el propio materialismo histórico, el idealismo alemán, las teorías críticas y los estudios sobre la lengua. En su espíritu, la obra puede entenderse como un alegato a la esperanza de volver al origen del sujeto autónomo y libre, superando el individualismo, el miedo, el conformismo, y ampliando los horizontes donde desarrollar todas las capacidades con creatividad con la expectativa de un mejor futuro (utopía).
El texto insta al ejercicio del pensamiento emancipado y es una defensa a las destrezas y potencialidades del sujeto. Al mismo tiempo exige a los humanos a asumir el desafío de ser co-autores de la propia historia. A partir del rescate de una actitud existencial, se engendran los más profundos y diversos aportes del pensamiento (y también de la literatura) y se produce una obra sólida, contundente, provocadora y profunda.
En sus ideas aparece una fuerte inclinación por recurrir a las imágenes como herramienta de expresión para explicar el concepto místico de la historia, cuyo problema puede ser representado en una descripción visual. Así, concurren en "constelación", como el mismo señala, los conceptos-imágenes que pueblan sus Tesis: el Angelus Novus, la locomotora de la historia, los pasajeros en el vagón, el Mesías, la pequeña puerta, el relámpago, la tempestad, el tiempo-ahora, el remolino, la nómada, el oprimido y su redención... Casi siempre, las abundantes imágenes de Benjamin anuncian u ocupan el lugar de un concepto, ya sea en sus escritos sobre la historia como en cualquier otro dominio. Son imágenes-conceptos evocadores, llenos de significantes y, algunas veces abstractos, que se muestran a menudo para lecturas alternativas y complejas.

Sin embargo, la Tesis que logra alcanzar una perfección literaria y conceptual esta contenida en la número IX de las dieciocho Tesis que lo conforman. Es el capítulo más conocido del texto tardío de Walter Benjamin -escrito sólo unos meses antes del suicidio-, llamado Sobre el concepto de historia o Tesis sobre la historia. Esta Tesis realiza la descripción de una imagen alegórica que Benjamin dice recordar mientras escribe. La imagen del Ángelus Novus, pintada por Paul Klee, a la que Benjamin propone rebautizar como "el Ángel de la historia". La obra de Klee de 1920, fue adquirida en 1921 por el autor y lo conservó durante toda su vida. La visión de este cuadro, junto a las incesantes reflexiones de Benjamin sobre el significado de la historia, se prolongan por lo menos 20 años y origina una de esas "iluminaciones" que atraviesan su obra como "relámpagos esféricos" y se extienden en verdaderas redes de imágenes y conceptos interrelacionados a los que el autor llama "constelaciones". De esta Tesis deriva uno de los más polémicos significados contemporáneos: el progreso, que claramente expresaba la ideología dominante del capitalismo y la ciencia moderna. Ese "huracán" al que Benjamin llama "progreso", es justamente lo que critica y desolla en cada uno de sus pensamientos, pues, aunque la idea de progreso es un concepto que se creía indicaba la posibilidad de una mejora en la condición humana, él opinaba definitivamente lo inverso: que era totalmente destructor y aniquilante. Existieron precursores que manifestaron su oposición a esta idea, pero no fue sino hasta después de la Primera Guerra Mundial que empezó el verdadero cuestionamiento de la idea de progreso, incluyendo el cambio de paradigma científico, las vanguardias en el arte, y el replanteamiento total del orden económico, social y político que suponen la Revolución Soviética, la Crisis de 1929 y el Fascismo. En el caso del materialismo histórico, la aportación central es que la historia indica un progreso, no de forma lineal-continua sino fragmentada-acumulativa, siendo la causa de ese progreso la lucha por la posesión y el control de los medios de producción, y sus consecuencias ya todos las conocemos. Las escuelas de pensamiento influenciadas por Hegel y Marx ven la historia como progresiva, aunque ven el progreso como la manifestación de una dialéctica, en la que factores que operan en direcciones opuestas se sintetizan a través del tiempo. De esta forma, la historia puede verse mejor como dirigida por un Zeitgeist, cuyas huellas pueden verse al mirar al pasado. El materialismo dialéctico marxista intenta la elucidación científica del progreso, según el cual el progreso como desarrollo ascendente, sólo será posible en una futura sociedad comunista.
El texto sobre El ángel de la historia presenta, bajo la metáfora benjaminiana, una sugerente idea orientada hacia el rescate del hombre, el ser humano y sus posibilidades de romper con los parámetros que han sometido y bloqueado la posibilidad de accionar todas sus potencialidades. Así mismo esta tesis se encuentra directamente relacionada con la primera, en la cual menciona la importancia que tiene la teología para el materialismo histórico, al que Benjamin propone aportar elementos novedosos en un momento de profunda crisis existencial. El autor no propone abandonar el materialismo histórico para entrar de lleno en la teología, tampoco sugiere una mezcla entre ambas doctrinas como si fueran dos componentes de una misma categoría. Presenta más bien la importancia de poner la teología al servicio del materialismo histórico para que éste gane fuerzas y esté en condiciones de luchar ante cualquier enemigo. Para ello recupera los aportes de la psicología cognitiva, el simbolismo, el propio materialismo histórico, el idealismo alemán, las teorías críticas y los estudios sobre la lengua. En su espíritu, la obra puede entenderse como un alegato a la esperanza de volver al origen del sujeto autónomo y libre, superando el individualismo, el miedo, el conformismo, y ampliando los horizontes donde desarrollar todas las capacidades con creatividad con la expectativa de un mejor futuro (utopía).
El texto insta al ejercicio del pensamiento emancipado y es una defensa a las destrezas y potencialidades del sujeto. Al mismo tiempo exige a los humanos a asumir el desafío de ser co-autores de la propia historia. A partir del rescate de una actitud existencial, se engendran los más profundos y diversos aportes del pensamiento (y también de la literatura) y se produce una obra sólida, contundente, provocadora y profunda.
Las Tesis de Filosofía de la Historia
son un compendio de su pensamiento y uno de los análisis más lúcidos,
inteligentes y aterradores de la idea de Progreso. El Ángel de la
Historia benjaminiano contempla desolado las ruinas de la Historia,
arrasada por el huracán del Progreso, del que no puede escapar y que le
arrastra hacia un futuro aterrador, construido sobre las cenizas de la
Humanidad.

"Es imposible dar en pocas palabras ni siquiera una idea de la filosofía de Benjamin... Se desplegará en el tiempo, porque incluso su deseo más secreto es el deseo de todos. Pero se ha perdido la mirada que veía el mundo desde la perspectiva de los muertos... De manera incansable, esta mirada mortalmente triste derramó toda clase de calor y esperanza sobre esta vida gélida."
Theodor W. Adorno, 1940
FUENTES E IMÁGENES:
ZEMELMAN, Hugo (2007) El ángel de la historia determinación y autonomía de la condición humana. Colección: Autores Textos Y Temas Ciencias Sociales Anthropos Editorial. 272 pp.
GONZÁLEZ, Ana. Más allá de la pintura: Paul Klee y Walter Benjamín unidos por el ángel de la historia. UPL. [online]. [citado 31 Enero 2008] Disponible en la World Wide Web: http://mundofilosofia.portalmundos.com /mas-alla-de-la-pintura-paul-klee-y-walter-benjamin-unidos-por-el-angel-de-la-historia/
GANDLER, Stefan. ¿Por qué el ángel de la historia mira hacia atrás?: Acerca de las tesis Sobre el concepto de historia de Walter Benjamín. UPL. [online]. ene. 2003, vol.8, no.20 [citado 31 Enero 2008], p.7-39. Disponible en la World Wide Web: http://www.serbi.luz.edu.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1315-52162003001000002&lng=es&nrm=iso
ECHEVERRÍA, Bolívar. El Ángel de la historia y el «materialismo histórico» UPL. [online]. [citado 30 Enero 2008] Disponible en la World Wide Web: http://www.paissecreto.com/articulo2.php?id_art=14&id_autor=1141
http://www.infoamerica.org/teoria/benjamin1.htm
http://www.avizora.com/publicaciones/biografias/textos/textos_b/0027_benjamin_walter.htm
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/benjamin.htm
http://www.dhi.uem.br/publicacoesdhi/dialogos/volume01/vol5_atg1.html
http://www.eldigoras.com/premios/nov045.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Idea_de_progreso
http://rcci.net/globalizacion/2002/fg260.htm
http://www.redegalega.org/synapsis/215/c/syn215_c.htm
http://www.whokilledwalterbenjamin.com/
http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/homenaje.html
http://laperiodicarevisiondominical.wordpress.com/category/tentativas-baudelaire-rimbaud/
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